La detención de inmigrantes es parte de la epidemia de encarcelamiento más grande en la nación de los Estados Unidos. Algunas de las organizaciones que lo regulan se encuentran: Alianza negra por la Inmigración justa (BAJI) y libertad para los Inmigrantes (FFI).
Lo que poco se conoce es que un gran número de ese grupo sufre de trato discriminatorio por ser inmigrantes negros. Eso quedó registrado en miles de llamadas telefónicas realizadas a la línea directa nacional de detención de inmigrantes de FFI entre 2016 y 2021.
Solo el 6% de inmigrantes negros que están detenidos en ICE (Inmigración y control de Aduanas), 28% representaron todas las llamadas relacionadas con abusos. Adicionalmente, más de la mitad de esas llamadas se clasificaron como de alta densidad y potencialmente mortales en nombre de inmigrantes negros.
Cabe resaltar que esta problemática no pertenece a un sector especifico del país, por el contrario, es algo que está sucediendo a nivel general.
Una de las razones por las cuales se presentan este tipo de abusos discriminatorios, es precisamente por la falta de recopilación de datos sobre raza y etnia de las agencias federales encargadas, ocasionando una disminución en la supervisión y rendición de cuentas, es por eso que, para que un caso de abuso discriminatorio sea reportado, debe hacerse directamente por los afectados, en este caso los inmigrantes negros y no por las agencias encargadas como Oficina del Inspector General y la oficina de Derechos Civiles.
Es necesario que el gobierno adopte políticas que ayuden a estas agencias a mantener datos exactos y precisos sobre lo que sucede con los inmigrantes negros detenidos.
Este tipo de discriminación evoca uno de los peores momentos en la historia de nuestra nación. Los abusos presentados debido a la anti-negritud, por lo general, terminan en personas detenidas como consecuencia directa de las tácticas policiales que criminalizan a las comunidades de color.
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